El cambio empieza aquí

Cuando empecé mi camino de crecimiento y evolución personal no sabía hasta donde me llevaría.
Empecé como muchos de nosotros, por pura necesidad. Ya desde niña mi curiosidad y mi forma de ver el mundo eran diferentes al resto de mi familia en el que vivía. Siempre he sido la “rarita” y la incomprendida. Yo lo único que quería era encajar, ser vista y aprobada… Pero sin dejar de ser yo misma!!! Fue realmente difícil y tuve que claudicar más de una vez. Poco a poco me fui convirtiendo en una persona por fuera y otra por dentro.
No podía entender la religión, imagínate esto en un colegio de monjas en los años 60, las pobres monjas intentaban ayudarme a que entendiera, pero no podia!! No entraba en mi cabecita la idea del dios y del mundo que decían que era la verdad. Yo les decía en mi inocencia: “ese dios no es mi dios” “mi dios no hace esas cosas, no castiga, no culpa, no daña” finalmente castigada cada dos por tres!!!
No podía entender la relación de mis padres. Ellos hacían todo lo posible por ser una familia feliz y cuidar de nosotros. Pero dentro de ellos había tanto dolor y yo lo veía, lo sentía. Familia feliz por afuera,… tristeza, dolor y rabia por dentro. Casi terminé trastornada!!
No podía entender las guerras, el hambre, el odio, la violencia, el maltrato a los animales… Tantas y tantas cosas.
Y finalmente rota de dolor, cargada de ira, enfadada con dios, enferma y al borde del colapso… Emprendí un camino hacia arriba, de vuelta a mi verdadero hogar.
Lo primero que hice fue cambiar mi alimentación, empecé a ser vegetariana, busque grupos de apoyo, empecé a hacer yoga, meditación y un día llegó a mi el rebirthing… Y cuando hice mi primera sesión de respiración consciente, supe que había encontrado el camino. Conforme fui caminando empezaron a llegar tantas oportunidades, personas, técnicas y yo estaba hambrienta y sedienta. Fui transformando mi vida, tuve que cortar lazos, arriesgarme y adentrarme a lo desconocido. Cometer errores y algún que otro horror!! Algo dentro de mi me guiaba y me decía sigue, sigue adelante ya no hay vuelta atrás. Confía en el camino del corazón.
Hoy doy gracias a mi guía interno, a mi cabezonería (como decía mi mamá) y a mi corazón que me han guiado hasta aquí.
Hoy puedo ser la terapeuta y formadadora que soy, gracias a todos lo obstaculos y dificultades con las que me tuve que enfrentar.
Hoy te puedo tender la mano con la seguridad de que es una mano firme en la que puedes confiar.